Fort Lauderdale, la joya costera de Florida
Una ciudad entre canales, mar y sol
Fort Lauderdale brilla con una luz propia. Apodada muchas veces como la “hermana elegante de Miami”, esta ciudad ofrece un enfoque más relajado pero igual de fascinante para quienes buscan playa, cultura y buen vivir. Caminar por sus calles es encontrarse con palmeras, yates, arte callejero y cafés con estilo, todo dentro de un clima tropical que invita a salir y recorrer.
Una de las cosas que más disfruté fue recorrer los canales de Fort Lauderdale en un Water Taxi. Ver cómo las casas flotantes y mansiones se alinean en el agua es algo que realmente no esperaba. Es una ciudad que se vive tanto desde el mar como desde la calle.
Esta combinación única de agua y urbanismo la convierte en un lugar ideal para vacacionar tanto en pareja como en familia, o incluso en solitario. La ciudad tiene una energía relajada, pero con opciones para entretenerte a toda hora.
Moverse con libertad: la ventaja de alquilar un auto
Aunque la ciudad tiene un tamaño manejable, alquilar un auto en Fort Lauderdale marca la diferencia. Es la clave para visitar playas más alejadas, llegar con comodidad a los Everglades, hacer un road trip hasta Miami o simplemente moverte entre barrios sin preocuparte por horarios de transporte público.
Nos alojamos cerca de la playa y todas las mañanas empezaban con una caminata por Fort Lauderdale Beach. Tener un auto nos permitió salir a conocer diferentes zonas y volver cuando quisiéramos, sin depender de taxis o buses. Incluso fuimos a cenar a Lauderdale-by-the-Sea una noche y volvimos manejando frente al mar bajo las luces del paseo costero.
Además, estacionar suele ser sencillo y muchas atracciones turísticas cuentan con parqueo propio o zonas públicas. Es una inversión que se traduce en libertad total para diseñar tu itinerario y aprovechar cada minuto.
Los canales de Fort Lauderdale: La Venecia de América
Navegar por los canales: Water Taxis y paseos en barco
Uno de los primeros planes que deberías considerar al llegar a la ciudad es navegar por sus famosas vías de agua. Los canales Fort Lauderdale forman un entramado acuático tan extenso que se integran por completo con la vida cotidiana y turística.
La forma más práctica y divertida de explorarlos es a través del Water Taxi, un sistema de transporte acuático que conecta puntos clave de la ciudad como Las Olas Boulevard, las playas, zonas de compras y restaurantes frente al canal.
Una de las cosas que más disfruté fue recorrer los canales de Fort Lauderdale en un Water Taxi. Ver cómo las casas flotantes y mansiones se alinean en el agua es algo que realmente no esperaba. Es una ciudad que se vive tanto desde el mar como desde la calle.
Si buscás una experiencia más personalizada, hay paseos privados en barco y excursiones temáticas: cruceros al atardecer, fiestas flotantes, o recorridos narrados que te cuentan la historia del lugar mientras navegas entre palmeras y arquitectura de lujo.
Mansiones, yates y vida desde el agua
Recorrer Fort Lauderdale desde sus canales es como mirar una película sobre el estilo de vida en Florida. Las mansiones que bordean las vías navegables parecen sacadas de revistas de diseño: algunas modernas, otras con toques mediterráneos o coloniales, todas imponentes.
Pero no solo las casas llaman la atención: los yates privados estacionados frente a cada propiedad te dejan claro que esta ciudad respira náutica. Incluso hay restaurantes a los que se llega en barco, y locales que van a hacer las compras navegando.
Caminar por Las Olas Boulevard y después ver esa misma zona desde el canal cambia completamente tu perspectiva. Me encantó Las Olas Boulevard. Caminar por ahí, entrar a pequeñas tiendas y almorzar con vista al canal fue uno de los mejores momentos del viaje.
¿Por qué se la llama la Venecia de América?
La comparación no es casual: Fort Lauderdale cuenta con más de 480 kilómetros de vías navegables conectadas con el océano Atlántico. Este sistema de canales artificiales y naturales fue desarrollado durante el siglo XX, aprovechando la geografía pantanosa original para transformarla en un sofisticado sistema náutico urbano.
Gracias a esta infraestructura, Fort Lauderdale es considerada la “Venecia de América”, un título que celebra su carácter anfibio, su elegancia costera y su fuerte cultura náutica.
No se trata solo de un eslogan turístico: la ciudad vive en armonía con el agua. Ya sea que te alojes en el centro, en zonas más residenciales o cerca de la playa, siempre vas a estar a unos pasos (o remadas) de un canal.